Durante más de 45 minutos el señor John Edward Rubio, líder de la iniciativa filantrópica que se desarrolló el domingo y se vio empañada por un accidente de tránsito, se despachó contra los medios citando cosas no publicadas.
En la noche de este martes, febrero 21, el líder entregó detalles sobre los resultados de la actividad, detallando que quedaron kits escolares por entregar y agradeciendo a quienes se sumaron una vez más y por primera vez, incluso desde el extranjero, a esta iniciativa. Pero además criticó la función que cumplen los medios porque habría afectado sus intereses.
EXPLICACIONES SOBRE EL HECHO
En su video, Rubio expresó que la
actividad se vio empañada por un accidente, lo cual informó este medio periodístico, pero detalló que los accidentados eran cuatro y no tres como se
logró conocer ese día. El cuarto accidentado fue él pero solo tuvo raspones, al
igual que su esposa y el otro motociclista hombre.
“Los por menores no los puedo dar pues
por el tema de no… eso fue algo muy rápido… muy esto” dijo balbuceando hasta
finalizar afirmando que “me bajé de la moto, como siempre se hace, como siempre
lo hacemos en estos eventos… y a tomar la foto antes de entrar a la localidad y
todo… mi esposa quedó golpeada” y confirmando que la mujer, pareja de otro
motero, está en estado “muy delicado de salud”, sin decir está en cuidados
intensivos.
Reitero Rubio que no podía dar por
menores, que se le “borró el casette”, y que no podía decir nada más porque además
es un tema en investigación de las autoridades, pero afirmó que cuando ellos,
los motociclistas, salen a rodar, “salimos es a divertirnos, a ayudar a la
gente” y fue interrumpido por un hombre que lo acompañó a hacer la transmisión
y lo cubrió habolando de los lógicos objetivos de la iniciativa filantrópica
mientras Rubio manejaba su evidente nerviosismo.
CRITICAS SIN FUNDAMENTO
Con nuevo aire y reiterando lo inmediatamente
anterior, el líder motero se dispuso a señalar que “como tal es un accidente y
yo, nadie, ninguna persona razonable, va a salir en una moto a joderse, en un
carro en una cicla, o salir de su casa a hacerle el mal a nadie”.
Seguidamente indicó su incomodidad en
cuanto a que “algunos periodistas, no profesionales, amarillistas, están
empañando estas labores sociales tan bonitas como un accidente que hubo, sin
nadie, por supuesto, preverlo”, y precisó que “no íbamos tomados, ninguno”.
Al tenor de lo anterior relacionó al
periodista Anselmo Achipiz, apellido que no supo pronunciar, y a El Observador
Siglo XXI, a los cuales acusó de haberles “dado re duro”, denotando que se dijo
que iban más de 200 motos pero Rubio no dio una cifra exacta de participantes -denotando
que no realizó controles-, que se iban haciendo piques, que iban por todo el
municipio haciendo desmanes, que se subieron a los andenes, lo cual señaló como
comentarios ml intencionados, que “desafortunadamente me duelen y nos duelen a
todos los que convocamos porque somos motociclistas, porque es muy duro que
empañen estas cosas tan bonitas y publiquen, no sean veraces, la esencia, que
ni averigüen qué pasó, la esencia es que no supieron qué pasó”.
A pesar de que dijo que se le había “borrado
el casette”, Rubio si recordó que “nunca nos pasó un carro por encima, nunca
nos pasó tres veces, nunca cayó una moto a un caño, eso es falso”, cuestionando
que a pocos minutos de sucedido el accidente ya había versiones “sin saberlo” y
detalla que en un comentario se les señala de “salir a loquear”.
LAS VERDADES A MEDIAS
Pero lo que no mencionó el señor Rubio,
porque tal vez sólo lo supo hasta hoy, es que este medio periodístico lo
contactó el domingo a las 14:43 horas mediante una llamada que no fue
contestada, por lo que se equivoca al decir que no se averiguó, pues este medio
periodístico llamó a la fuente primaria, o sea él como víctima del accidente.
Pero también se consultó con las
autoridades, quienes no han determinado los hechos y son quienes determinan que
fue lo que pasó. Lo que se publicó por El Observador Siglo XXI fueron hipótesis
que se manejaron por parte de los testigos del hecho, que vieron todo en panorámica,
desde el barrio Chicó una vez se escuchó el estruendo y posterior bullicio.
Dichas hipótesis serán confirmadas o negadas por las autoridades, pues el mismo
Rubio no supo determinar lo que pasó, siendo víctima del accidente, y no
explicó sino sólo “que no se podía referir en detalle”, a lo cual tiene
derecho.
Pero en el artículo de El Observador
Siglo XXI no dice en ninguna de sus líneas “que se iban haciendo piques, que
iban por todo el municipio haciendo desmanes, que se subieron a los andenes”,
ni nada parecido, mientras que sí afirmó que la caravana estaba compuesta de
cerca de 200 motos porque así lo dio a conocer uno de los beneficiarios, fuente
de El Observador Siglo XXI, en el barrio San Antonio Alto, de donde este medio
de comunicación ha reportado cosas de la comunidad.
Rubio aceptó que siempre que hacen esos
eventos iban en caravana, por lo que es cierto lo que se informó en este medio
periodístico al respecto, mientras que si bien es cierto que la mujer que se
encuentra en la UCI no es de Mosquera, tampoco es de Facatativá y eso fue lo
que se quiso dar a entender el domingo. Eso fue lo que comentaban los testigos integrantes
del gremio de moteros, cercanos y fuentes de primera mano de este medio periodístico, dentro de los cuales no está Rubio, a quien no se le ha visto representar a los moteros ante las autoridades. Este medio periodístico cubrió una protesta hace algunos años y el vocero era otra persona.
Entre tanto, el periodista Anselmo
Achipiz del Informativo Noticias, Periodismo y Locución (NPL), expresó a El
Observador Siglo XXI que “en ningún momento, en mi caso, dije cosas como las
que el señor Rubio afirma”, y compartió un comunicado publicado en sus redes.
Cada persona es libre de publicar sus opiniones en los comentarios de cada publicación y eso no compromete la labor del medio de comunicación, que fue veraz al informar que se presentó un accidente que empaño una actividad filantrópica, de la cual también se habló en el artículo de este medio periodístico, más allá del siniestro, incluso contextualizando de qué se trataba la actividad, cosa que pasó por alto el señor Rubio.
Según lo anterior, el señor Rubio no
tiene claridad del hecho, siendo el testigo principal no puede entregar
detalles, pero no demuestra de manera argumentada el “amarillismo” del
periodismo que registra los hechos, que no dio identidades, que no mostró
sangre y que hizo previa claridad que las autoridades no han determinado los
móviles y causas del hecho, transmitiendo en su lugar lo que se estaba hablando
sobre el hecho en el momento, lo cual más allá de ser cierto o no, fue la
realidad que se materializó y Rubio en ningún momento negó que esas hipótesis
se manejaban, sino que las desmintió al decir que eso simplemente “nunca
ocurrió”.
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