Desde la suscripción de la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional (Convenio Ramsar) cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales.
El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt define los humedales como “ecosistemas que, debido a sus condiciones geomorfológicas e hidrológicas, permiten la acumulación del líquido vital de una forma temporal o permanente. En pocas palabras, son esponjas o reservorios hídricos.”
LA IMPORTANCIA DE LOS HUMEDALES
Estas esponjas
hídricas están representadas en 48.473 cuerpos de agua, su mayoría ubicadas en
los departamentos de Casanare, Córdoba y Cundinamarca, se encuentran casi todas
directamente sobre los acuíferos con los que están interconectados.
Es frecuente que
las fuentes de agua subterránea rodeen el ecosistema al que abastecen y, además
de ser estaciones vitales en el itinerario del agua, los humedales son emporios
de biodiversidad en los que se encuentran diversas formas de vida como las
especies acuáticas, representantes de la flora y la fauna que pasan la
totalidad de su vida dentro del agua.
Este mundo
acuático alberga diferentes especies de plancton como algas y cianobacterias,
microalgas, hongos, plantas superiores, musgos, briófitas, animales
microscópicos, crustáceos como los camarones, caracoles, especies de peces como
el bocachico y bagre rayad, y mamíferos como el chigüiro, el emblemático manatí
y la nutria que es una de las especies que más depende de estos ecosistemas.
Pero más allá de
estos ecosistemas se también la vida también se impone con fuerza alrededor de
los espejos de agua, donde residen diferentes plantas acuáticas como juncos,
bosques y matorrales que soportan las inundaciones; insectos como libélulas,
moluscos, anfibios, reptiles y otros mamíferos.
Muchas aves
residentes y migratorias encuentran alimento y refugio en los humedales, como
es el caso de la tingua bogotana, especie única de la sabana de Bogotá, el vaco
cabecinegro, el chavarrí y la garza blanca.
COLOMBIA: UN GRAN HUMEDAL
En el marco del Convenio Ramsar firmado
en Irán en 1997 por 168 países, seis humedales de Colombia se encuentran
incluidos en la Lista por lo que “no solo son valiosos para Colombia, sino para
la humanidad en su conjunto”, a juicio del abogado y antropólogo Héctor Herrera
Santoyo, coordinador de la Red por la Justicia Ambiental en Colombia de la ONG
AIDA.
El Sistema Delta Estuarino del río Magdalena
ubicado en la ciénaga grande de Santa Marta, el Sistema Lacustre de Chingaza,
el Delta del Río Baudó, el Complejo de Humedales de la Estrella Fluvial del
Inírida y la Laguna de la Cocha ubicada en Nariño, son los seis humedales más
grandes y reconocidos en el Ramsar.
Sin embargo, los humedales de Colombia
están distribuidos en las áreas hidrográficas del Amazonas, Caribe,
Magdalena-Cauca, Orinoco y Pacífico, y abarcan cerca del 26 por ciento de todo
el territorio nacional, según lo refleja la primera cartografía sobre las
dinámicas de los humedales elaborada en 2013 por el Fondo Adaptación, Instituto
Humboldt, Ideam, IGAC y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible
(MADS), un mapa a escala 1:100.000 sobre los humedales continentales de
Colombia.
La cartografía indica que el área
hidrográfica del Orinoco contiene la mayor extensión de humedales temporales y
permanentes bajo dosel en Colombia, seguida del Amazonas, del Magdalena-Cauca, el Caribe y el Pacífico,
mientras que los 10 departamentos con mayor cantidad de humedales son, en su
orden, Casanare, Córdoba, Cundinamarca, Bolívar, Vichada, Magdalena, Cauca,
Meta, Arauca y Antioquia.
UN TESORO EN ALTO RIESGO
“En términos de conservación, solo el
7,2 por ciento de los humedales del país se encuentra en alguna categoría de
protección dentro del sistema de áreas protegidas. Por ejemplo, 2.163 humedales
están en Parques Nacionales Naturales. En territorios de comunidades negras hay
4.663 humedales y en resguardos indígenas, 3.824”, precisó Hernando García
Martínez, director del Instituto Humboldt.
Este Instituto elaboró un análisis
nacional del grado de transformación de los humedales en Colombia, estudio que
revela una cifra preocupante del 24,2 por ciento que ya está transformado por
la ganadería, agricultura y deforestación.
El análisis muestra que más de 4,6
millones de hectáreas de humedales han sido transformadas por la ganadería, 1,1
millones por agricultura y 1,08 millones por la deforestación, siendo uno de
los principales impactos sobre el régimen hidrológico de los humedales el
asociado con la producción de energía hidroeléctrica.
Muchas de las actividades propiciadas
por el hombre han transformado los ecosistemas de Colombia, según el Instituto
y en el caso de los humedales, la reducción de su extensión ha alterado su
equilibrio ecológico generando cambios en las dinámicas del ciclo hidrológico,
que influyen a su vez en las relaciones sociales, institucionales, culturales y
simbólicas entre los usuarios del agua.
El informe del Instituto Humboldt revela
que aproximadamente el 88 % de los humedales del país no se encuentran bajo
figuras de protección. El 5 % son áreas que, además de la conservación,
permiten el uso sostenible de los recursos y solo el 7 % de los humedales están
dentro de parques nacionales, la figura de protección más estricta.
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