El Día Mundial contra el paludismo se celebró en medio de los avances en la lucha contra la enfermedad gracias, entre otras innovaciones, a la nueva vacuna que se utilizará para prevenir el paludismo entre los niños de seis meses a cinco años.
A pesar de la pandemia de Covid-19, el año pasado se vieron “avances significativos en la prevención y el control de la malaria”, dijo un alto funcionario de la agencia de salud de la ONU este lunes, en el Día Mundial de la Malaria.
PERSPECTIVAS EN EL 2022
El Día es nueva oportunidad para
comprometerse al combate de la enfermedad garantizando un acceso equitativo a
los tratamientos e impulsando nuevas tecnologías para prevenir y acabar con la
enfermedad. “La Organización Mundial de
la Salud (OMS) publicó a fines del año pasado recomendaciones históricas sobre
el uso de la primera vacuna contra la malaria” dijo la directora regional de la OMS para África
Matshidiso Moeti, refiriéndose a una inoculación de malaria basada en
proteínas.
“Esta vacuna se utilizará para prevenir
la malaria entre los niños de seis meses a cinco años que viven en entornos de
transmisión moderada a alta”, agregó, pero indicó que “si bien este es un avance
innovador en el desarrollo de nuevas herramientas para combatir esta
enfermedad, con el potencial de salvar millones de vidas, los suministros son
actualmente limitados”, dijo la doctora Moeti.
USAR LAS MEDIDAS SABIAMENTE
Al señalar que el Día se marca
anualmente el 25 de abril para centrar la atención mundial en la enfermedad
infecciosa transmitida por mosquitos y su impacto devastador, especialmente en
el África subsahariana, la doctora Moeti dijo que la efeméride de este año se
alinea con su llamado a aumentar urgentemente la innovación e implementar las
nuevas herramientas para combatir el paludismo.
Además, esas herramientas deben tener un
acceso equitativo, y al mismo tiempo
deben extremarse la prevención y el tratamiento, dentro del contexto de
la construcción de la resiliencia del sistema de salud. Como tal, es importante
garantizar que las dosis disponibles se utilicen para lograr el máximo impacto,
sin dejar de ser accesibles para quienes corren mayor riesgo.
UNA AMENAZA CONSIDERABLE
La malaria sigue siendo un gran desafío
para la salud pública y el desarrollo, según la agencia de la ONU para la
salud. En el último año, alrededor del 95% de los 228 millones de casos
estimados ocurrieron en la Región de África de la OMS, junto con 602.020
muertes notificadas.
Según los informes, seis de los países
más afectados representan hasta el 55% de los casos a nivel mundial y el 50% de
estas muertes. “A pesar de una cierta desaceleración del progreso para reducir
los casos y las muertes por malaria, además de las interrupciones en los
servicios de salud causadas por el COVID-19, hemos avanzado mucho más que en el año 2000. Necesitamos reactivar ese
impulso y aprovechar los avances recientes”, señala la funcionaria de la
agencia de la ONU para la salud.
Estrategias
Mientras tanto, la agencia de la ONU
UNITAID expresó que más de dos tercios de todas las muertes por malaria ocurren
entre niños africanos menores de cinco años. Con proyectos piloto cofinanciados
por UNIITAID, el Fondo Mundial y GAVI, la primera vacuna contra la malaria del
mundo se entrega a los niños como parte de un paquete integral de atención
preventiva.
Además, el control de vectores que se
dirige a los mosquitos que propagan enfermedades debe ser un componente muy
eficaz y vital de las estrategias de eliminación de la malaria. Con inversiones
en mosquiteros de última generación que combaten la creciente resistencia de
los mosquitos, nuevos repelentes espaciales, y al tratar a los humanos y al
ganado con medicamentos que mata a los mosquitos que los pican, UNITAID está
impulsando el progreso para promover herramientas nuevas y efectivas.
Próximos objetivos
Esta iniciativa de la ONU para prevenir
enfermedades como la malaria contribuye a mejorar la atención de las personas
en los países de Asia-Pacífico y América Latina, con su labor para la detección y el tratamiento de malaria por
P. vivax recidivante (el tipo de malaria más común fuera del África
subsahariana).
La estrategia mundial contra la malaria
de la OMS exige una reducción del 90% de los casos y las muertes en todo el
mundo para 2030, un objetivo que requiere una inversión urgente para
desarrollar e implementar innovaciones cruciales para proteger a las personas
de la malaria en todo el mundo.
Esto requiere centrarse en la
investigación; aprovechar la evidencia para el uso eficiente de los recursos
mientras se producen resultados medibles; trabajando en la resistencia de
medicamentos e insecticidas; y la atención a las nuevas cepas que surgen en la
región y que son más difíciles de detectar y tratar.
Compromiso de lucha
El Día Mundial de la Malaria es una
ocasión para “renovar el compromiso político y fomentar la inversión continua
en la prevención y el control de la malaria”, señaló la doctora Moeti,
invitando a los países y comunidades afectados por el paludismo a trabajar en
estrecha colaboración con los socios para el desarrollo a fin de eliminar la
enfermedad y, al mismo tiempo, contribuir a lograr los demás Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS).
“Personalmente, y la Oficina Regional de la OMS en África, seguimos completamente comprometidos con la lucha contra la malaria”, explicó, y aseguró que “podemos superar el desafío si colaboramos estrechamente con los gobiernos, los socios y las comunidades para lograr una África libre de malaria”.
0 Comentarios
El Observador Siglo XXI no se hace responsable por el contenido de los comentarios. Este es un espacio de libre opinión, amablemente solicitamos por favor compartirla con respeto.