Más de 60 países, incluidos varios de las Américas, están utilizando la vigilancia de las aguas residuales para seguirle los pasos al SARS-CoV-2 en las comunidades, con más de 3.300 sitios activos.
Una nueva guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece asesoramiento a los países sobre el muestreo y las pruebas para detectar el virus del SARS-CoV-2 en aguas residuales no tratadas como parte de la vigilancia ambiental para complementar las estrategias de control de la infección.
OBJETIVOS DE LA GUÍA
La guía de la OMS dice que la vigilancia
ambiental puede "proporcionar una alerta temprana y pruebas adicionales
sobre el virus en circulación en la población, incluyendo su presencia o
ausencia, las tendencias en las concentraciones y las variantes de preocupación
o interés". También señala las dificultades y retos de su aplicación.
"Este tipo de vigilancia puede
proporcionar pruebas complementarias de que el virus del SARS-CoV-2 está
circulando", indicó el doctor Enrique Pérez, Director de Incidente para Covid-19
en la Organización Panamericana de la Salud (OPS). "El muestreo y las
pruebas sistemáticas de las aguas residuales no tratadas pueden ser una forma
complementaria y no invasiva de vigilar la presencia del virus. Sin embargo,
sigue siendo importante mantener otros métodos de vigilancia", señaló.
Dado que la COVID-19 circula en todos
los países, los programas de vigilancia de rutina han intensificado el uso del
método para la vigilancia ambiental del SARS-CoV-2 a escala comunitaria, con el
fin de proporcionar a los científicos datos adicionales.
El documento de orientación pretende
ayudar a los profesionales de la salud pública a tomar decisiones programáticas
y basadas en pruebas sobre el valor de la vigilancia ambiental y a comprender
sus implicaciones operativas y sus limitaciones generales. Ofrece consejos para
establecer un programa exitoso y promueve el intercambio de métodos y enfoques
entre municipios, países y regiones.
UN TÉCNICA YA UTILIZADA
La vigilancia de las aguas residuales no
es nueva y el método se ha aplicado a patógenos como el poliovirus o los
enterovirus, así como para comprobar la presencia de bacterias resistentes a
los antibióticos. Utiliza la prueba PCR para detectar el material genético del
virus en las aguas residuales de la comunidad procedentes de los sistemas
municipales.
La mayor parte de las orientaciones
publicadas y de la experiencia de aplicación de la vigilancia de las aguas
residuales procede de entornos con una elevada proporción de hogares conectados
al alcantarillado, recursos financieros relativamente altos y una buena
capacidad de laboratorio, señala el documento.
También se dispone de orientaciones limitadas para las zonas sin alcantarillado y los entornos con menos recursos, en particular cuando los programas de muestreo han podido aprovechar la capacidad existente para la vigilancia de la poliomielitis.
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