Para organizaciones de Derechos Humanos, el presidente Iván Duque será recordado por haber rechazado todos los informes de Derechos Humanos publicados por los organismos internacionales responsables en la materia.
“Sin duda, el gobierno de Iván Duque pasará a la historia como la administración que reabrió las puertas a la violencia, los grupos armados ilegales, el narcotráfico, la corrupción y las crisis humanitarias, después de que se buscó cerrarles el paso a estos fenómenos con el Acuerdo de Paz de 2016”, señala en un comunicado la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos (CCEEU o Coordinación).
OÍDOS SORDOS A RECOMENDACIONES
En su declaración la Coordinación señaló
el aumento de la violencia, las violaciones a los Derechos Humanos (DD.HH) y el
Derecho Internacional Humanitario (DIH), así como de las reacciones represivas,
autoritarias y desproporcionadas de la Fuerza Pública.
Frente a lo anterior, los informes
internacionales llamando la atención del gobierno nacional y Estado colombiano
fueron frecuentes y contundentes en rechazar dichos comportamientos y exigir el
cumplimiento de los distintos tratados internacionales firmados por Colombia.
Sin embargo, los defensores de DD.HH.
sostienen que Iván Duque y su equipo de gobierno rechazaron y calificaron los
informes como alejados de la realidad y sin fundamento. Desde la llegada a la
Casa de Nariño, señala el comunicado, el actual gobierno desechó los informes
anuales de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (OACNUDH) y en marzo de 2020 dijo que el Informe anual de 2019
violaba la soberanía nacional por recomendar que la Policía Nacional debiera salir
del fuero del Ministerio de Defensa para pasar al del Interior, y que otros
apartes sobre pasaban los límites políticos que le correspondían a la ONU.
Simultáneamente, recordó la CCEEU, el
gobierno nacional refutó el Informe del Relator Especial de Naciones Unidas
para la situación de personas defensoras de derechos humanos, Michel Forst.
Según los funcionarios oficiales, desconocieron en general el Informe y
rechazaron enfáticamente las cifras contempladas por el Relator, al considerar
que no se ajustaban a la realidad y no había tenido en cuenta las estadísticas
gubernamentales.
Situación similar aconteció con las
Observaciones y Recomendaciones de la Visita de Trabajo a Colombia realizada
por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el marco del Paro
Nacional en junio del 2021, denunció la Coordinación. “En esta oportunidad su
reacción fue más airada y descalificó prácticamente todo el Informe y sus
recomendaciones no fueron tenidas en cuenta, por el contrario, contradijo lo
allí expresado por la CIDH, reformulando la Ley de seguridad ciudadana”, indica
su comunicado.
Igual comportamiento se señaló que ha
tenido el gobierno ante “informes tan relevantes sobre el crecimiento
exponencial de la violencia oficial”, esto es, la represión desmedida de la
Policía Nacional contra las protestas sociales, “cuyos resultados en víctimas
de la sociedad han llegado a extremos gravísimos para la comunidad
internacional”.
Es el caso del Informe “El Paro Nacional
2021: lecciones aprendidas para el ejercicio del derecho a la reunión pacífica
en Colombia”, realizado por la OACNUDH. En este caso., rememoró la CCEEU, el
gobierno no se midió en palabras descalificadoras como “vileza y villanía”,
para referirse al mismo, dado que la Oficina documentó 46 muertes de personas
civiles en manos de la Policía Nacional en el marco de las movilizaciones de
mayo y junio.
Tampoco se salvó el Comité Internacional
de la Cruz Roja (CICR), de quien rechazó su análisis de abril de 2022, según el
cual, en Colombia existen seis conflictos armados. Y para cerrar este periplo
sistemático de rechazos y desprecio gubernamental de los informes, reportes,
observaciones y recomendaciones de la comunidad internacional, el Consejero
Presidencial para los Derechos Humanos, Jefferson Mena, no aceptó las
afirmaciones de la Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA)
relacionadas con el aumento del desplazamiento forzado en Colombia y la
realidad innegable, que hay territorios controlados por grupos ilegales.
Más allá del orden público
Pero la Coordinación indicó que los
ámbitos no fueron sólo los derechos civiles y políticos, también respondió al
Programa de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y Programa Mundial de
Alimentos (PMA), ante el llamado de alerta que estas agencias hicieron una
alerta del aumento del hambre en Colombia a comienzos de este año, ante lo que
la reacción del gobierno “fue de tal magnitud, que radicó una queja ante ONU
por considerar que la alerta no tenía sustento y desconocía los esfuerzos
hechos por el gobierno, en la materia”.
LAS OBLIGACIONES DEL ESTADO
La Coordinadora recuerda que Colombia ha
ratificado diversos instrumentos internacionales de protección de los Derechos
Humanos, los cuales han sido
incorporados en la Constitución
Nacional en el Artículo 93 , y través
del bloque de constitucionalidad se reiteró que los tratados y convenios
internacionales ratificados por el Congreso que reconocen derechos humanos y
derecho internacional humanitario, prevalecen en el orden interno, lo cual por
supuesto incluye el respeto a los órganos creados en virtud de dichos tratados,
puesto que estos tienen un rol fundamental
en el apoyo y fortalecimiento de la protección de los derechos humanos
en el plano nacional.
En consecuencia, la CCEEU indicó que el
respeto a los órganos de protección no puede depender de la voluntad de un Gobierno, son obligaciones que el
Estado Colombiano debe cumplir, al someterse al escrutinio internacional, quien
examina si las medidas que adopta para la protección eficaz de los derechos
humanos y el derecho humanitario son eficaces o no con sus obligaciones
internacionales.
Ante este panorama, como plataforma de
Derechos Humanos, la Organización identificó en el gobierno de Iván Duque un
gravísimo retroceso en esta materia y, sobre todo, en el buen relacionamiento
del Estado colombiano con organismos internacionales que velan por la vigencia
de los derechos en el mundo, y los cuales fueron creados justamente para apoyar
técnica, política y financieramente a los Estados para la superación de las
violaciones a todos los derechos.
Así las cosas, la CCEEU expresó que espera que el nuevo gobierno restablezca la vocación democrática de Colombia interna y externamente, y respete, acepte y materialice las recomendaciones realizadas por los diferentes organismos y mecanismos internacionales.
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