Última parte de este estudio en el que se busca evaluar la equidad como principio rector de la vulnerabilidad en el marco del acceso a vacunas contra el virus en el continente.
En un contexto de pandemia marcado por aspectos como el negacionismo, las noticias falsas y el movimiento antivacunas, las investigadoras Paula de Castro-Nunes y Gizele da Rocha Ribeiro destacaron que es fundamental discutir la equidad acceso a los servicios de salud y la adquisición y distribución de vacunas, insumos estratégicos y fundamentales en la asistencia a pacientes infectados con síndrome respiratorio agudo severo causada por el coronavirus y señalaron que para que el control de la pandemia sea efectivo, los gobiernos deben garantizar acceso universal y oportuno a las vacunas a través de un esfuerzo global de confrontación conjunta.
CONSIDERACIONES FINALES
En este artículo se buscó analizar, con
base en el manejo de la pandemia en
Brasil, cómo la vulnerabilidad en la salud está presente tanto a nivel
micro (individual) como macro (países y regiones). Entre las acciones capaces
de cambiar este escenario, se destacó la promoción de la articulación de la
sociedad, dar voz a la participación social (principio del SUS), de manera que favorecer
a los grupos más vulnerables y posibilitar la equidad en acceso sea posible.
Deben desarrollarse acciones sociales que
integren a la sociedad civil para minimizar la vulnerabilidad causada por el
empobrecimiento de la población, exacerbado por la pandemia.
La priorización de países, regiones,
municipios y grupos sociales vulnerables es de gran importancia para lograr la
universalización y la equidad, no sólo en relación con servicios de salud, sino
también en relación con las medidas de prevención primaria, como la vacuna. Es
evidente que un plan programa nacional participativo de vacunación contra el Covid-19
debe efectivo desde el inicio de la pandemia, aún en el año 2020.
Sin embargo, el plan de
operacionalización fue creado tarde, en marzo de 2021 (Plan Nacional para la
Operacionalización de la Vacunación contra el Covid-19). Se creemos que, si
esta conducta política se hubiera llevado a cabo en tiempo y forma, las cifras
de casos y muertes podrían haber sido reducido.
El fortalecimiento de la Estrategia
Salud de la Familia (ESF) debe implementarse como un instrumento para facilitar
el acceso a los servicios de salud estableciendo confluencia con las redes cuidado
de la salud, brindar una atención integral y de calidad, resolutiva,
regionalizada e integrada a los distintos puntos de Advertencia, y comprensión
de las comunidades más vulnerables garantizando la asistencia equitativa y el
acceso a la vacunación.
Además, es urgente promover acciones
para el compromiso población, que fomentan la vacunación, fomentan la
credibilidad en la ciencia y refuerzan la necesidad de ejercer ciudadanía
solidaria, sensibilizando sobre un comportamiento que promueva la seguridad
individual y comunitaria con empatía, solidaridad y responsabilidad.
Los investigadores consideran que el contexto de América Latina y el Caribe debe ser objeto de nuevos análisis y estudios. Sugerimos que los planes nacionales de inmunización de los países de la región, categorizándolos según el grado de vulnerabilidad social, con el fin de establecer un enfrentamiento entre Políticas para combatir el Covid-19.
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